Cuando alguien lanza una oración al vuelo a su Dios, ¿está en esencia haciendo La Llamada? Depende del orador, y de la intención en particular. Muchas oraciones son rutinarias, hechas en la misma manera apresurada en que te lavas los dientes, con la intención de dejar la tarea a un lado. Otras oraciones, aunque rutinarias, están hechas de manera cariñosa, llenas de sentimiento, y pueden o no ser La Llamada. ¿Puede la oración dar simplemente las gracias por la casa, la salud y las recompensas? Esto está entonces en la misma categoría que la meditación de las propias circunstancias y en el reconocimiento de que mucho de la vida está fuera del propio control. Cuando las oraciones son elevadas mas allá del sentimiento e incluyen una petición, son en esencia La Llamada, y a pesar de las palabras usadas, o a quien se dirija el orador, el que responda a la Llamada lo será al intento, no a las palabras. Puede que alguien pida, con palabras, que la hermana pequeña sea protegida, pero que pida dentro de su corazón y de su mente que se encuentre con una muerte inoportuna, entonces ese alguien no ha hecho la llamada en el Servicio-A-Otros. Además, las oraciones que piden bendiciones para uno mismo es mas probable que traigan respuestas en el Servicio-A-Si Mismo.
Por otro lado, las oraciones sinceras para otros son una llamada al Servicio-A-Otros, así como para nosotros. Para los que dicen que en esta afirmación estamos manteniendo que somos Ángeles de Dios, respondemos que todos somos criaturas de Dios que respondemos en amor para ayudar a otro ángel de Dios, incluidos los humanos que están ahora en la Tierra. ¿Qué es un ángel, después de todo, sino alguien que espera dar ayuda cuando se le necesita, o cuando es llamado?